Una fiesta pagana
.jpg "Un grupo de jóvenes espera sobre su tabla antes de arrastrarse en una calle de Icod")
Lo primero que hay que decir sobre Las Tablas de noviembre es que esta tradición no tiene en absoluto ningún origen ni sentido religioso. El apellido "de San Andrés" es una vulgaridad cristiana precisamente, como tantas de las suyas, que se le puso por del día en que se celebra, por el onomástico del calendario nada más. La cultura religiosa impuesta por los de la cruz desde que llegaron a este país nuestro hace que a la mayoría de las fiestas y tradiciones se las haya denominado con el nombre del Santoral. Es lo típico. Por esa cultura forzada suya, por la costumbre de imponer su religión en todo, es que se han asociado y convertido muchas de las tradiciones populares en vulgares celebraciones religiosas.
Así que las famosas Tablas de Tenerife entran en el ámbito de lo pagano. Un término también propio de ellos que usaron para señalar todo lo que debía repudiarse y prohibirse, lo que era ajeno y contrario a su religión. La propia Real Academia española de la lengua define pagano como "lo que no es cristiano ni de ninguna de las otras grandes religiones monoteístas. Especialmente referido a los antiguos griegos y romanos". También incluye la acepción "Dicho de una persona: Que no ha sido bautizada". Así que quien no se haya bautizado ya sabe, es alguien pagano o pagana.
El que todas nuestras fiestas suelan estar totalmente vinculadas a una figura cristiana viene de esa forma de actuar impuesta a la fuerza sobre nuestra población, igual que sobre todos los pueblos que esclavizaron. Es su forma de someter todo y a todos a la Iglesia. Es así como los curas y sus mafias robaron todo, incluido lo inmaterial, y es así como impusieron también su autoridad, obligando a todos a pensar sólo en lo suyo, que al final es pensar y dedicarse sólo a ellos como amos de todo.
Para someter a la gente hay que dominar su forma de pensar. Dirigir el origen de toda su cultura es lo principal. Las tradiciones populares y las costumbres sirven a menudo como un eje importante, hasta fundamental a veces, en este sentido. Muchas traen consigo un gran legado acerca de su pueblo, surgieron por algún motivo importante para la comunidad. A menudo vienen de cosas sencillas, de costumbres ligadas a su supervivencia, y otras proceden de conocimientos mucho más importantes sobre la divinidad y nuestra propia naturaleza. En los lugares sometidos a la Iglesia las costumbres y los orígenes reales debían pasar a un segundo plano y quedar sometidas siempre a una celebración religiosa, para poner todo y a todos bajo la su propiedad sin nada por encima ni más importante que los invasores, que su autoridad. Así dejaba a los pueblos sin nada ya que ver con su verdadero origen, desconectados de todo, perdían su sentido real y el motivo y el origen de todas las cosas pasaba a ser solamente servir a los cristianos, una banda esclavista como otra cualquiera.
Aún ocurre, y el modo de hacerlo es lo de menos. Incluso a veces la Iglesia o la gente, subyugada, inventan sin recato historias absurdas sin dudar para atribuírles a la fuerza un origen "santo" a tradiciones como ésta, un origen que tenga que ver con lo divino, o mejor dicho, son su divinidad, que no es la nuestra. El cuento o la historia divina de los invasores se encaja de cualquier manera. Cualquier cuento sirve, donde intervengan por ejemplo personajes como santos o ángeles, algo sobrenatural o infantiloide, que resulte fácil de recordar, de modo que luego con el boca en boca vaya arraigando. Que arraigue sobre todo entre los niños y jóvenes, para así asegurar que la gente lo adquiera cuanto antes, que lo incorpore a su cultura y crezcan sometidos y vivan desubicados para siempre. Así se asegura la pervivencia del motivo religioso en la tradición del lugar y el arraigo de la actitud religiosa y de servidumbre a los esclavistas de la cruz entre toda la población, su subyugación a la Iglesia en todos los ámbitos. Se entierra el significado que todo tiene en realidad y se deja a todo el mundo simplemente adorando sus imágenes y sirviéndoles a ellos en una ignorancia total.Se desprecia a la gente y se la adiestra en despreciarse y olvidarse de sí misma y su pasado, y queda sometida sin origen ni rumbo, desorientada, a disposición del clero.
Esto lo hemos padecido mucho en nuestras Islas Canarias y lo seguimos padeciendo a menudo. En las personas mayores se aprecia claramente, que fueron sometidas a vivir sin saber nada de sus orígenes y con el cristianismo como su única cultura, aferrados a eso. Hoy se sigue viviendo igual. Mucha gente es capaz de expresarse un poco mejor nada más, pero la ignorancia a menudo es la misma y la tendencia a imponer todo esto aunque no tenga sentido es la misma. Es la cultura cristiana de siempre. La historia, los orígenes y la identidad del pueblo siguen ocultos y despreciados bajo sus cosas, enterrados con nuestros antepasados, y muchos siguen aplicándose en eso igual que siempre porque no saben hacer nada más. No es religión, es ideología. De hecho, hasta en la propia página de Facebook de tablasdesanandres.net ha sido un escándalo comentar cosas como estas en varias ocasiones, ¡a estas alturas!, que ya es decir, en pleno siglo XXI. Explicar y defender esta tradición como pagana que es, por definición, y repudiar con ello todo lo que sea relacionarlo con la Iglesia, es de sentido común. Pero más de una vez ha sentado en círculos del pueblo como si fuese un auténtico escándalo para todos. Siempre es cosa de los típicos liantes e interesados de todos los pueblos, no hay que darle más vueltas. No es más que su típica forma de violencia para estas cosas. En 2023, por ejemplo, se llegó a calificar a quien escribe como "cristofóbico" por compartir esta publicación, a modo de insulto o algo parecido, tratando de despreciarla y repudiarla con ese calificativo. Como si algo así fuese motivo de desprecio; es al revés, es algo objetivo y realista. Cristofóbico, por supuesto, es así como es esto, y es tonto usarlo en otro sentido. Es todo tan estúpido como eso, y vivimos aún hoy así, aunque parezca mentira, aguantando cosas tan absurdas como esa.
Es básicamente así como se borraronn las raíces de todos los pueblos y se apropiaron de sus vidas para siempre, y de las que venían después. Así hacen hoy y han hecho siempre igual, es cosa de apoderarse de todo. Estas vinculaciones religiosas desvirtúan todos los lugares y sus comunidades, las hacen desaparecer a consciencia de esta manera para robarlo todo. De esa cultura viciada, desde su historia falsa, es desde donde hacen partir luego todas las decisiones populares, toda su identidad, todo se borra, se reinicia y se establece sólo para servir a los esclavistas y adorar sus ídolos. Bajo el yugo de la cruz todo desaparece así.
De ahí entonces el sentido de llamar así a nuestras Tablas, y de ahí la manía tan absurda y humillante que tienen algunos de intentar vincular esta tradición a la religión. Porque lo aprendieron así. Nos educaron en humillarnos a nosotros mismos y a los nuestros, y en despreciar todas nuestras cosas de ese modo. Pero ese nombre le viene de esa simple cuestión del calendario y nada más: "¿Cuándo se celebran Las Tablas? Por San Andrés", se debía comentar en la calle, en lugar de decir "el 30 de noviembre". Nombrar "Las Tablas de San Andrés" en el lenguaje de entonces era y es lo mismo que decir "Las Tablas del 30 de noviembre", una simple equivalencia temporal, sin nada que ver con el cristianismo.
Sobre Las Tablas de Icod había algún cuento vulgar y muy infantil sobre el Santo Andrés que por fin quedó en desuso hace mucho, lógicamente inventado malamente para todo esto. Aunque no es cuestión de repetirlo aquí por no contribuir más a estas tonterías. Hasta la aparición de esta página web, y aunque parezca increíble, era lo único que nombraba la mayoría de la gente de Icod de los Vinos acerca del origen de esta fiesta, siempre con ese carácter infantil en el que nos traían sometidos. Y aún peor, lo único que nombraban los niños. Ha sido así durante mucho tiempo y es la prueba de lo que se dice aquí, el cómo han mantenido este pueblo, como tantos, durante tantas generaciones enterrado totalmente en su desprecio para con nuestras cosas. Es espantoso, realmente triste y denigrante. Y hay que felicitarse de que con el trabajo hecho en esta página desde el principio y la aceptación de la gente se haya conseguido contrarrestar y eliminar un poco ese vacío, ese desprecio, parece que definitivamente. Hasta entonces se nombraba alguna teoría sobre el origen de la fiesta en prensa, pero sólo de vez en cuando. Y los medios pro-cristianos siempre aprovechaban para adjuntar también el cuento cristiano como explicación y mantener la confusión y el adoctrinamiento. No se apreciaba difusión de nada serio sobre esto, ni en serio, se podría decir, de ninguna otra manera. Aunque no se sepa a ciencia cierta el origen de la tradición, desde que se empezó aquí a repudiar esa tontería ya por lo menos se capta en la calle todo con más sentido común y no se repite la tontería cristiana.
Igual que la mayoría, la tradición de Las Tablas es fruto de una costumbre que no tiene absolutamente nada relacionado con la Iglesia ni con la religión, hay que insistir. Es un símbolo de identidiad increíble, alucinante, como solemos decir. Casi todas las tradiciones nuestras traen un gran legado que debe reconocerse y protegerse, porque describen quiénes somos y de dónde venimos. Es todo parte de nuestra historia, de nuestra forma de ser como pueblo, y todo lo demás es basura esclavista impuesta por gente que desprecia todo eso.
Es importante ser conscientes de ello para que el municipio, como cualquier otro de Canarias, evite que se pierdan su identidad ni sus orígenes. Para evitar que se presente y se entienda o se sienta al pueblo como un vulgar y enorme convento poblado por monaguillos y monjas ignorantes y bobos acerca de todo, como esclavos tontos y desorientados, incapaces de entender nada, ni de intervenir en nada, ni de defender nada de lo nuestro, ni siquiera nuestras raíces, todos incapaces hasta de reconocerse. Porque esto es lo que han pretendido siempre los invasores de la cruz. Esto será siempre lo más valioso de esta tradición, que es probablemente la más importante de Canarias junto con alguna otra.
Otra cosa que se consiguió con el empuje de esta página desde que empezó y en poco tiempo fue precisamente que se retirasen los actos religiosos del programa de la fiesta. Fue algo que a mucho desubicado le chocó bastante en su momento. Es normal por esa cultura religiosa tan rancia y asfixiante, pero es de lo mejor que se ha hecho aquí nunca y hay que felicitar al equipo municipal de entonces y a los que lo han respetado después. Cualquier cosa de este tipo que se viese alguna vez de nuevo por parte del Ayuntamiento sería algo totalmente despreciable que no deberíamos consentir. La gente debe entender que con esos gestos no se trabaja para nosotros sino para la Iglesia y para sus gentes extranjeras. Que se trata solamente de una muestra más de subyugación y de humillación. Y cualquier acto religioso que se intente vincular por cualquier iniciativa privada a la fiesta es siempre lo mismo, algo vulgar y denigrante que sólo desvirtúa todo, lo ensucia, lo afea y que sobre todo nos humilla a todos, que es lo peor y más importante. Pero la cultura religiosa en este pueblo siempre ha sido asfixiante, opresiva y denigrante, sin miramientos, como en tantos otros de Canarias. Así que puede ser normal encontrarse en cualquier sitio a los típicos desubicados que te lo intentan pudrir todo a conciencia con tonterías de éstas sin prestar atención a nada, sin importarles nada del sentido real de las cosas y sin consideración por la gente. Es el carnaval de siempre de la Iglesia, y la educación y el fanatismo que sembraron aquí. Cuestión de madurez.
Así que con todo esto lo propio, dicho sea de paso, lo que debería decir cualquier ciudadano de Icod de los Vinos que se precie es “Las Tablas de Icod de los Vinos” o "Las Tablas de noviembre". Debería empezar y acostumbrarse a hablar así ya cualquier vecino de Icod que tenga respeto por sí mismo, por su ciudad y por su gente, por sus antepasados y sus orígenes, y que se esfuerce por defender todo eso. Es una forma de actuar consciente, de ser partícipes y dueños de nuestro propio pueblo, protectores de nuestra identidad. Un gesto tan sencillo como importante, el mejor ejemplo para defender esta tradición, para separarla definitivamente de la Iglesia y de la vulgaridad de sus imposiciones. Las Tablas son una costumbre callejera, la tradición y la fiesta más importante y representativa del municipio y una de las más importantes del mundo, y si el pueblo no ha tenido consciencia hasta ahora sobre esto, si no ha sido capaz de valorarla hasta ahora como debería, es porque se le arrebató la consciencia sobre su significado y se le educó como a esclavos bobos nada más. Se educó a este pueblo como a todos en despreciarse a sí mismos y sus orígenes, como la forma correcta de comportarse, y así lo han venido haciendo, por simple interés. Por eso también esta tradición estaba tan abandonada, hay que decirlo, porque el pueblo pasaba los días y la vida aquí realzando lo cristiano y centrado en los negocios de los compinches de los cristianos, básicamente, mientras se despreciaba todo lo demás, lo nuestro de verdad.
Por ahora el boca a boca le sigue dando ese apellido. La gente incluso dice "San Andrés" para referirse de forma abreviada a Las Tablas, al arrastrarse, y también a toda la fiesta. Dicen "San Andres es esto o aquello". Es normal, por todo lo explicado. Cuando deberían decir "Las Tablas son esto o aquello". Y en lugar de decir "En San Andrés se hace esto o aquello", debería decirse "cuando Las Tablas" o "cuando hay tablas", o "cuando son Las Tablas", o "en los días de Las Tablas", o "en noviembre con las Tablas"... frases de ese tipo, porque es como tiene sentido.
Es cuestión de que la gente, sobre todo los más pequeños, vayan entendiendo el sentido de la fiesta y le vayan corrigiendo el nombre desde ya y aprendan a comportarse como gente sensata, por interpretar y vivir la cultura de su entorno correctamente, con su verdadero sentido. Por identificarse con sus orígenes y vivir realmente conectados a ellos y no desorientados. Y sobre todo por no desorientar a los demás, por no mostrar un mensaje confuso que dé pie a otros a emborronar la tradición, a consciencia o no, con ideas religiosas. Da igual cómo llamen a la tradición las instituciones o la prensa. Es fundamental entender que es una fiesta del pueblo y de nadie más, y transmitirlo así es defenderlo. La prensa y las instituciones ya lo corregirán después. Aunque sería ideal que se hiciese en sentido contrario, desde arriba hacia abajo, con tantos intereses que hay será más difícil, así que la gente deberá empujar un poco.
Porque es una fiesta de la gente, de la calle, que surgió, como se explica también en esta página, como fruto del esfuerzo de las personas, de su capacidad para salir adelante por sí mismas. Ése es el gran valor que tiene y que siempre se ha querido dominar y anular, anular a la gente. Sobre todo los niños y jóvenes canarios, la gente de aquí de toda la vida, cuyas familias tanto han padecido a cuenta de la esclavitud de la Iglesia, deben esforzarse por defender Las Tablas, porque es defenderse a sí mismos y a los que vengan después, su historia y su municipio. Y los mayores deben asumirlo también y contribuir igual a corregir todo esto dando ejemplo, actuando con madurez. Aunque muchos ya no tengan remedio después de una vida completamente perdidos y despreciados, que se la den a los que vengan.
(Actualizado en noviembre de 2017).
(Actualizado en noviembre de 2023).
(Actualizado en noviembre de 2024).
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